A finales del año 2018 la Fundación Vida Para Todos (FVPT) decide emprender un nuevo proyecto con el fin de poder ofrecer educación gratuita (o casi) a niños y niñas que de otra forma no tendrían la oportunidad de ir a la escuela. Dicha escuela se ubica cerca de la sede central de la FVPT, en la ciudad de Parakou (Benin). 

Lo que empezó como una montaña de arena, a día de hoy alberga a 271 alumnos y alumnas de primaria, secundaria y bachillerato, convirtiéndose en una de las joyas de la Fundación. Desde la Asociación nos gustaría explicaros como ha sido la evolución.

Al igual que cualquier edificio, comenzó con la primera palada del albañil en 2018. La primera planta se construyó y la escuela empezó a funcionar como buenamente podía. Gracias a su buen hacer rápidamente se ganó un nombre en la ciudad y por consiguiente la demanda aumentó. Ya no había donde meter a tantos alumnos y se dió inicio a la primera grán ampliación con la construcción de una segunda planta en 2029-2020.

A lo largo de los próximos años las construcciones no han parado. Se han ido añadiendo almacenes, cocina, sala de informática, despacho para profesores, 10 nuevas aulas,... El avance es sorprendente y aún más sorprendente es la optimización de los recursos. Para que os hagáis una idea nos tenemos que remontar unos años atrás. En 2020 mandamos un contenedor cargadisimo de material gracias a la colaboración de muchos de vosotros y vosotras, y el propio contenedor metálico se llevó hasta Parakou para que una vez pintado por fuera, se convirtiera en la nueva secretaría/minibiblioteca de SOMO.

Os dejamos un video-tour:



















En nuestro reciente viaje hemos podido comprobar los avances conseguidos, a la vez que nos hemos quedado gratamente sorprendidos por el buen funcionamiento de la escuela y los grandes resultados que obtiene el alumnado en los exámenes estatales. Aquí os dejamos un video de enero de 2025:



















Desde la Asociación queremos aprovechar este post para agradecer a Idealista, Bat Eginik, al Ayuntamiento de Mungia y a todos los pequeños colaboradores que nos habéis ayudado en esta bonita travesía. ¡QUE NO PARE!

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