Parte del alumnado de segundo de bachillerato de la Ikastola Larramendi se apasionó por la cooperación en el invierno de 2020. Para nuestra suerte, optaron por cooperar a través de nuestra asociación. Su proyecto fue designado BAT EGINIK.

La idea nació en una ikastola, por lo que de las tres áreas que aborda nuestra asociación (educación, sanidad y mujer), decidieron trabajar en el ámbito educativo .

Les gustó sobre todo el proyecto de la escuela de SOMO (Parakou, Benin). La escuela SOMO estaba en marcha en esta época, pero la construcción de la escuela estaba por terminar. Varios edificios estaban semiconstruidos y era necesario acabarlos para incluir a todos los estudiantes.

Una vez obtenida la motivación, empezaron a pensar cómo podían ayudar. La escuela agradecería recibir el material adecuado, pero habría que enviarlo en un contenedor. Los contenedores son bastante caros y además acabábamos de enviar un contenedor en diciembre. Por este motivo, decidieron buscar financiación directamente y enviarla.

Para conseguir financiación propusieron y discutieron diversas formas: vender almuerzo en las horas de recreo, vender bolsas de tela, vender libros, organizar una rifa,… Finalmente decidieron vender jerseys. Le pusieron un diseño original e interesante en la parte de atrás y las coordenadas de la capital de Benin (Porto Novo) en la parte delantera.

Los alumnos y alumnas nos han contado que los jerseys tuvieron una gran acogida y recibieron la ayuda de estudiantes de otros cursos para repartir mejor el trabajo. Toda la ikastola se sumó al proyecto y varios profesores participaron activamente.

Para vender sudaderas fuera del centro educativo pusieron en marcha redes sociales como facebook e instagram. También activaron un correo electrónico. Gracias a ellos, el proyecto tuvo más repercusión y han podido difundir con facilidad y transparencia la información sobre la escuela de SOMO.

Este alumnado de la ikastola Larramendi sabía que sus objetivos no terminaban en la venta de jerseys. Además de esto, sabían que había que hacer una labor de concienciación y para ello se impartieron cursos y charlas enriquecedoras en la propia ikastola. Además del proyecto de la escuela SOMO, se habló de la situación general de Benín y se ha visto que han sido programas exitosos.